Turismo: Las Cataratas de Iguazu

La belleza de las Cataratas de Iguazú

Las Cataratas de Iguazú son una de las grandes maravillas naturales del mundo.  Están situadas cerca de la frontera de Brasil, Paraguay y Argentina y ofrecen una combinación de naturaleza, historia y cultura que las convierten en un lugar inevitable.  Fueron descubiertas por Alvar Núñez Cabeza de Vaca en 1541 y son cuatro veces el ancho de las cataratas del Niagara. Están divididas por varias islas en cascadas distintas.  Además, las 275 cascadas se reparten en casi dos millas del río Iguazú.  Una de las más conocidas cataratas es La Garganta del Diablo.

Todas las cataratas son parte de un ecosistema de selva, que está protegido por parques nacionales de ambos Argentina y Brasil a cada lado de las cataratas.  Dos tercios están del lado argentino y el resto está del lado brasileño.  La vista desde el lado brasileño es la más panorámica y hay paseos en helicóptero y barco para tener una mejor vista de las cataratas.  Para obtener una vista de cerca, el lado argentino es más adecuado.  El Parque Nacional Iguazú ofrece una serie de pasarelas de madera adentro las cataratas.  Por otro lado, hay algunos lugares donde es posible nadar. 

Ambos lados tienen un impresionante paisaje de las cataratas, una fauna variada y una abundante vida animal que se han convertido en uno de los centros de turismo más importantes y bellos del mundo.

La belleza y el poder de las cataratas son fascinantes. No sólo son las Cataratas, las que serían memorables en cualquier contexto, se hacen aún más bellas por sus exuberantes alrededores.  Los frondosos bosques están llenos de bambú, palmas, helechos y árboles delicados.  Loros y guacamayas de plumaje brillante revolotean a través del follaje, compitiendo por la atención con las flores exóticas de orquídeas silvestres y begonias.

El mejor tiempo para visitarlas es en la primavera y el otoño.  En el verano el clima puede ser muy caluroso y húmedo y durante el invierno los niveles de agua pueden ser considerablemente más bajos.  A ambos lados de las cataratas hay un montón de hoteles y agencias de turismo que ofrecen oportunidades del turismo.

De Svenja Schroeder